No sé si hay vida después de la muerte, pero lo que sí sé es que hay vida ANTES
de la muerte. Y que no voy a desperdiciar la segunda por saber sobre la primera. De
hecho, hay mucha gente preocupada por el Más Allá, mientras se despreocupan por
el Más Acá. Yo soy de más de los de Más Acá, lo confieso. Y es que hace ya tiempo que, decidí dejar para más
allá lo del Más Allá. Será que el propio nombre me daba una pista o qué sé yo. Allá
yo.
Lo de invertir mi vida pensando en la Muerte, francamente, me pintaba a
contrasentido, así que decidí vivirla como si fuera a morir cada día. Vivir
cada día como si fuera el último. Algún día acertaré seguro. Mi recomendación: “planifica
como un inmortal, mientras vives como un terminal”.
Vive intensamente. El no ya lo tienes. Y recuerda siempre que vivir se
escribe con personas, jamás con cosas. "Una experiencia memorable antes que mil
cosas apilables". Vive para gritarle a la Muerte un “llegas tarde” en lugar de
un “todavía no”. Y es que la Muerte te tiene que pillar vivido. Porque no hay
peor muerte que el no haber vivido.
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