Talento líquido



Talento es una consecuencia. El resultado de una coyuntura. Es algo temporal. Pero, desde luego, no es un alguien inmutable.

Todos tenemos algún talento y la gracia es combinar talentos diferentes mediante cualquier excusa que diseñemos como divertida. Y sí, hablo también de empresa. Porque el Talento tiene apellido, que es Talento Para, pues no existe un talento universal estándar que sirva para todo. El talento no es una persona tocada por los dioses que vive con una túnica blanca sobre una montaña para diseñar los designios de los menos afortunados. No. Talento es cualquier cosa menos eso.

Y es algo coyuntural, ya que puedes ser muy bueno en algo que, de repente, desaparezca y tu talento desaparecerá con ello. Imaginad alguien que fuera talentoso programando en DB2... hoy sería muy talentoso en algo que no existe, lo que equivale a decir que ya no sería un talento o, como mucho, un talento pasajero.

Por tanto, uno puede ser talentoso en un momento y dejar de serlo en otro. O serlo para algo que existe y dejar de serlo si deja de existir aquello para lo que era talentoso. El Talento tiene, por tanto, un estado más líquido que sólido. Gaseoso, hasta podría decir, según vienen los tiempos con cambios cada vez más rápidos.

Y útil, lo relevante es que sea Talento útil para algún fin, pues si uno tiene un talento para algo que no es provechoso, no acaba sino siendo un talento estéril que, de facto, convierte en discutible la propia palabra Talento. O Talento expresado, pues si uno tiene talento y no lo acaba expresando, es como si no lo tuviera.

Finalmente, no encerremos al Talento en jaulas de oro en nuestras compañías, dejémoslo correr. Fichar Talento, desarrollar Talento, aprovechar Talento y sustituir Talento por otro Talento, acompasando así momentos vitales del propio talento y dejando que corra el aire en nuestras empresas. Divirtamos a nuestro Talento poniéndolo a jugar. Si no lo hacemos así, posiblemente sólo acabemos teniendo talento aburrido y enmohecido y nuestras organizaciones acabarán oliendo a cerrado.

Porque al Talento no hay que retenerlo, hay que entretenerlo.

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