Una vez aprendí el impacto que tiene sustituir la palabra "tiempo" por "vida" en la toma de determinadas decisiones. Existe un matiz importante entre decirte "¿Quiero dedicar dos horas de mi tiempo para asistir a esta reunión?" y decirte "¿Quiero dedicar dos horas de mi vida a esta reunión?". Si te lo planteas de la segunda manera seguramente serías más reticente. El tiempo lo es de vida. No lo olvides.
Pero es que, aparte de Vida como unidad métrica, también existen otras, como Dinero (ya sabes, "el tiempo es oro"!). Pues bien, lo que te propongo es que traduzcas tu tiempo a dinero y evalúes si lo que vas a hacer merece ese dinero. Te pongo un ejemplo concreto y real de lo que he puesto en marcha a nivel del Comité de Dirección en la empresa en qué trabajo actualmente: Un reloj que cuenta el tiempo en euros. Déjame que te dé algunos detalles:
Calculé el coste total/hora de todo el Comité de Dirección al completo y mediante un sencillo cálculo en Excel hice que la fórmula devolviera los euros de coste por minuto que la reunión en curso estaba costando. La idea no era hacer nada sofisticado. Al contrario: se trataba de hacer algo muy sencillo pero realmente evocador. Te enseño cómo queda el mío:
Te aseguro que la percepción del tiempo y la duración del debate en ciertos temas cambia de manera evidente cuando eres perfectamente conscientes del coste que suponen. Tanto es así, que a mí, que me gusta provocar de manera simpática, traducía a euros mis propias intervenciones diciendo tal que así: "hola a todos, en los próximos 289€ os voy a explicar el estado actual del proyecto...". O incluso pudiendo terciar para reducir el tiempo de determinadas discusiones, poniendo en valor (ahora sí!) el coste de la duración ("llevamos 730€ de discusión; ¿queréis invertir 730€ más discutiendo este tema?", etc.).
Sin duda que se trata de un enfoque extraordinariamente economicista, pero ¿acaso no estamos en una empresa?. Uno de los criterios (que no el único) a la hora de delegar/externalizar es el coste de aquello que es objeto de potencial delegación/externalización, para un mismo nivel de calidad. Quien vaya a hacerlo igual de bien pero a un coste menor es quien debe realizar la tarea. Hacerlo de otra manera es incurrir en costes por mala planificación.
¿El objetivo de este divertimento en forma de reloj - "despertador" en euros? ser conscientes del coste de nuestro tiempo y mejorar la inversión del mismo para asegurar que cada euro se destina a acciones del máximo valor añadido posible.
Pruébalo y comprueba sus beneficios!
Muy bueno, Óscar. Una perspectiva realmente interesante.
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