From "time to recruit" to "time to dismiss"


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fizkes 


PARTE 1

Una empresa debe tener en cuenta el tiempo medio de cobertura de una vacante para poder planificarse. Hasta aquí.

 Ahora bien, de ahí a establecer un indicador de "tiempo de reclutamiento" con el objetivo de reducir progresivamente ese tiempo hay un trecho diseñado específicamente por el Demonio. Y te lo dice uno que durante años trabajó en la versión Excel de la Sábana Santa donde se controlaba el tiempo entre cada uno de los pasos en qué se configura cualquier proceso de selección (ya sabes, 3 días para cribar CV; 2 días para valorar candidaturas; 5 días para convocar candidaturas...) con la obsesión de conseguir reducciones parciales que contribuyan a acortar tiempos. Joder, que explicado así hasta tiene sentido!. 

Pues bien, la madre de todos los riesgos es que, ante determinados apretones que normalmente vienen del cielo, uno pueda acabar trabajando para mejorar el indicador...con independencia de lo más importante: la calidad del candidato/a. Esto es: tengo a una candidata genial que no se puede incorporar hasta dentro de dos meses, pero tengo a otro candidato también bueno (quizás no tanto como ella, pero tampoco está mal...) que se puede incorporar mañana...y voy justísimo de KPI...¿qué hago?...

"Nueve mujeres no pueden tener un bebé en un mes” (Fred Brooks)

Porque hay pocas cosas importantes que salgan mejor haciéndolas con prisa. Y desde luego un proceso de selección no está dentro de ellas.

Moraleja: Si la empresa tiene un indicador de tiempo de reclutamiento y trabajas en recursos humanos, trata de escapar.

 

PARTE 2

Una empresa sí debería tener un indicador “Tiempo de Despido” y, de hecho, me preocuparía que no hubiera una preocupación al respecto en una organización. “Tiempo de Despido” como el indicador de tiempo que va entre la decisión tomada y la ejecución, pues cada día que pasa entre uno y otro es un monstruo que consume recursos (tiempo, dinero, preocupaciones…). Y si a eso le sumas el coste de oportunidad de no hacer lo que toca cuando toca, pues el lío es todavía mayor.

“Tómate todo el tiempo del mundo para decidir, pero una vez decidido, cuanto antes mejor”.

Lo decía siempre mi idolatrado profe Miquel Lladó: “contrata lento y despide rápido” a lo que sumo “la calidad de una organización se ve más por cómo despide que por cómo contrata”.


Huevo de Pascua: si cuando has leído el texto en dos colores te ha venido a la cabeza un libro, entonces empiezas a tener ya una edad...ja,ja,ja.

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